Entrevista a Yuri Morejón (y 3)

Por JAVIER DOMÍNGUEZ

Periodista

Tercera y última entrega de nuestra entrevista final, de despedida y cierre definitivos de esta aventura blogger. Como habéis visto, la entrevista a Yuri Morejón, presidente de AVASCOP, ha dado para mucho. En la primera parte tratamos el trabajo de los asesores políticos, en general. En la segunda entrega, comenzamos a hablar de esta última campaña y nos quedamos conversando sobre el debate televisado en castellano. La tercera es un conjunto de interesantes reflexiones para el futuro, a corto, medio y largo plazo.

- Para el debate, Ibarretxe y López coincidieron en lo más institucional; incluso López abandonó las teorías clásicas de “corbata de color cálido para expresar fuerza” y optó por tonos más oscuros, más grises.
- Ibarretxe, López y Basagoiti fueron los 3 con corbata; los dos primeros, muy institucionales. Se trataba de que los espectadores visualizaran a ambos candidatos (más en el caso de López, que era el aspirante) como líderes presidenciables, que pudieran ocupar la Lehendakaritza. Madrazo y Ziarreta optaron por ir sin corbata, Unai incluso con deportivas... Otro estilo.

- Patxi López llevaba esa corbata presidencialista en el debate... pero es que luego la llevó a la sesión de investidura e incluso a la toma de posesión en Gernika. Es, decías tú en otro artículo, “la corbata que le ha hecho lehendakari”. ¿Fetichismo o lógica desde el punto de vista del marketing político?
- Es curioso, pero la utilización de una corbata, que no tiene más connotaciones que el que llame o no la atención, está dando mucho juego. Y era una corbata normal, seria, un corte clásico, azul muy oscuro con pequeños topos blancos. Pero ha sido clave: es que antes del debate, incluso, la había usado para los carteles electorales. Luego el debate, la reunión que sellaba el acuerdo con el PP, la investidura y la toma de posesión... Pues quizá él piense que le trae suerte y la lleva como un talismán, pero desde luego llama la atención: al menos, a los que nos dedicamos a esto. Quizá la gente de la calle ni siquiera repara en ello...

-Una duda: y ahora, que ya es Lehendakari, ahora que la institucionalidad se la da su cargo y no tiene que buscarla en la ropa... ¿se permitirá corbatas con tonos cálidos, o rojizos, como los tratados clásicos recomiendan para los políticos de izquierda?
- Yo creo que esa teoría, que existe y que en efecto muestra a los colores cálidos como colores fuertes, no es algo que decida un voto. Es importante tener en cuenta ciertas cosas para que no chirríe el mensaje, nada más. Esto es: que la imagen no distorsione ni distraiga de lo que realmente cuenta, que es lo que se dice.

- ¿Cómo puede distorsionar la imagen el mensaje que envía un candidato?
- De muchas maneras. Ya que hablamos de corbata: si en un canutazo (declaraciones ante varios medios antes o después de un acto) el candidato aparece con la corbata torcida, o manchada... da igual lo que diga: te estás fijando en la corbata. En realidad, sólo se trata de evitar eso. En cualquier caso, sí que es cierto que cada color transmite algo, que tiene unos valores añadidos o de tradición, que cada partido opta por una tonalidad u otra... por algo será.

Basagoiti y la visualización del nuevo líder
- Volviendo a las corbatas del debate, también Basagoiti repitió esa corbata verde que mencionábamos: en la televisión y en el debate de investidura. Un verde que destacaba. ¿Por qué?
- Basagoiti jugaba con algo en contra, en el conjunto de la campaña: que, a pesar de ser uno de los candidatos más jóvenes, no transmitía esa imagen. No se hizo con el discurso joven, ni con el electorado joven. Así pues, sabiendo que iba a ese debate como “comparsa” de los dos principales candidatos, el ir con una corbata más juvenil y más desenfadada podía captar la atención del espectador.

- En la campaña, nosotros dijimos que por las formas, el vestuario, la imagen que buscaba en los mítines... Basagoiti combinaba la moderación con el aparecer como “el yerno perfecto”: chico formal y preparado.
-Estoy de acuerdo. En cualquier caso, antes incluso de la imagen que quisiera transmitir, lo que pretendía era “estar”: que se le viese y se le tuviese en cuenta.

- Tenía poca trayectoria como líder del partido...
- Eso dentro, y a nivel social lo mismo o más. Estamos hablando de que, en junio, el PP sufre la crisis por la salida de María San Gil, que él sale elegido presidente del partido y que en unos meses se instala, se presenta y comienza la campaña. Poco margen ha tenido.

- De cara al futuro, ¿qué deben hacer PNV y PSE, los dos partidos más votados, en los próximos meses?
- El PNV, buscar un líder sólido. Me extrañó, y bastante, que la candidata a las europeas fuera Izaskun Bilbao, porque yo la consideraba como la siguiente en la línea. Es buena candidata para las europeas, pero no sé hasta qué punto deja al PNV huérfano de líderes aquí, fuera del liderazgo interno de Urkullu. Y el PSE deberá buscar las líneas políticas en las que se le diferencie del PP, toda vez que esta formación, que le ha apoyado para llegar al Gobierno, ya ha tenido sus momentos de gloria mediática.

Una campaña con rasgos novedosos
- Hablemos de Internet. Lo cierto es que a nosotros, personalmente, nos sorprendió que todos los partidos respondiesen a la entrevista de un blog, como si fuera un medio más. Y, sin embargo, lo conseguimos...
- Es un paso, desde luego, y un paso importante relacionado con otra cuestión: la del infoentretenimiento. Es cada vez más importante en las campañas electorales...

- ¿Qué es exactamente el infoentretenimiento?
- Digamos que hay, tanto en televisión como en la red, programas o espacios web que en principio no son de contenido político, pero que leen y siguen muchas personas. Personas que votan, claro. Eso hace que cuando esos programas o espacios se introducen, con su tono y su lenguaje, en la esfera política, el candidato haya de saber entrar en el juego.

Programas como el de Buenafuente, Vaya Semanita, CQC... o webs que tratan la información política de forma colateral, abren a los políticos la posibilidad de llegar a un público al que, de normal, no podrían ni acercarse. Un público al que quizá no le interesa la política o no le gustan los políticos... pero que el hecho de verse reflejado en su programa favorito y ver el trato que le da un determinado líder puede llegarle.

- No es la única manera de acercarse a ese público reacio... Otra faceta es la humanización del candidato mostrando sus hobbies, por ejemplo.
- Es lo que ha hecho y mucho en esta campaña Patxi López, con sus gustos musicales, para llegar a un determinado tipo de elector que puede verse identificado con ese candidato no ideológicamente, pero sí por los gustos... “Sabe de música, no pensaba que los políticos...” “Hace footing, como yo”... Ese tipo de cosas puede llegar a la gente a la que la política le aburre.

- En esta campaña hemos visto cosas curiosas, como la proliferación de blogs específicos y la entrada en la Red de los Partidos, con distinta intensidad y estilo. Ha habido viralidad, ha habido cierto punto freak... Sobre el punto freak de la campaña, hay sin duda, un antes y un después del mítin de Ibarretxe como Mr. Spock.
- Creo que ese mítin tenía dos vertientes: puede que una fuera la búsqueda de la identificación de parte del electorado con el candidato a través del hobby, en la línea de lo que mencionábamos antes. Pero también había más. Coincide con los carnavales, lo cual facilita una acción así, de la que no hay precedentes; pero sobre todo pretendía desactivar las risas de los demás. El parecido físico es indudable, así que anulemos las chanzas de los demás. Como estamos en carnavales, es posible hacerlo sin perder credibilidad: a nadie en su sano juicio se le ocurriría fuera de estas fechas, y menos con un candidato serio e institucional como Ibarretxe. Pero, en su contexto, fue acertado para anular ese argumento... y hacerlo con humor.

La Red y la Política 2.0

- ¿Cómo serán, en Internet, las campañas venideras?
- Se usará más, sin duda. Y mejor, porque habremos aprendido. Hasta ahora, el principal error que han cometido muchos candidatos es creer que Internet es el fin, no el medio. Parecía que el fin era “estar en Facebook”, o en Twitter... pero no utilizarlo para estar en contacto con más gente, que es el verdadero sentido del asunto, la auténtica filosofía de la política 2.0. Es decir: utilizar Internet como un medio para llegar a más gente...

- ...y además para una comunicación bidireccional, no solamente para enviar mensajes sino también para recibirlos...
- Eso es. Yo he estado en contacto con distintos candidatos que han tenido perfil en Facebook o en Twitter y he visto cosas curiosad. Salvo en el caso de Patxi López, concienciado desde tiempo atrás con las nuevas tecnologías, ha habido fallos. Basagoiti, por ejemplo, no entraba en contacto con la gente a través de la red social: simplemente acumulaba decenas y decenas de “amigos” o fans, pero no les proponía temas ni entraba en debate. Y tuvo una cosa muy curiosa: al finalizar la campaña, puso en su estado “Siento no haber podido estar con vosotros durante la campaña en Facebook, han sido unos días de mucho trabajo”. Claro, la pregunta lógica es: ¿quién era, quién manejaba entonces tu perfil aquí, quién actualizaba tu estado...?

- Hombre, todos sabemos que pocos políticos de primera fila llevan esas cosas ellos mismos... pero tampoco se trata de que lo dejen tan claro.
- Por lo menos, disimulen... Ese tipo de fallos creo que se irán puliendo en las próximas campañas. La potencialidad que tiene Internet es amplísima, sobre todo por esa bidireccionalidad que comentabas: entrar en contacto con el candidato, sentirse escuchado, debatir, lanzar propuestas... El campo es enorme y en él habrá que trabajar en el futuro.