Por JUAN JOSÉ DOMÍNGUEZ
Politólogo y analista político

Parece como si no hubiese campaña electoral en Euskadi. Salvo algún acto carnavalesco más o menos vistoso y algún mitin de relumbrón para la galería afín, la sensación que cunde entre los vascos podría asemejarse a la de cualquier semana del año. Ni siquiera las encuestas han vivificado la contienda política. Es más: llama la atención que los articulistas y “opinadores” coincidan en los pronósticos y previsiones electorales.
Quizá la sensación de fatiga electoral y la concomitancia de los entendidos de la política destaquen sobre todo lo demás. En apariencia reina una extraña calma. Pero, ¡ojo!: cuanto más obvia parece unas situación, los secretos escondidos pueden asombrarnos con una fuerza mayor; en este caso, el día de la votación. Los ciudadanos suelen ignorar lo que les resulta familiar y espera que lo oculto esté a buen recaudo. O sea, se tiende a descuidar las actividades abiertas que esconden estrategias subyacentes.

Pero hoy vivimos tiempos distintos. La CAV ha cambiado: es mucho más plural y diversa de lo que los líderes políticos de todos los colores se creen. Así que, compartiendo las encuestas que se han publicado, en especial las del Grupo Noticias o La Vanguardia, sigo rumiando que tanta calma silencia sorpresas de alcance. Es como si el envoltorio del caramelo electoral muestre un color diferente al sabor que nos depara el próximo uno de marzo.
Por eso mismo, tanta confusión, desconfianza o ignorancia por mi parte, me invita a valorar lo que suceda el domingo desde un razonamiento mixto: uno, el de las encuestas, con su margen de error, y, otra, desde la intuición fundamentada en la observación y la inducción, lo cual carece de base científica y sólo se debe interpretar como una opinión más.

© Juan José Domínguez
Pienso que los apartados de las encuestas que menos se miran en general (valoración de lideres y partidos,preferencia de lehendakari,percepción de gestión pasada del gobierno.....)encierran la clave de los resultados.Salvo atentado grave o similar....Saludos.
ResponderEliminarEs interesante ver cómo ha cambiado la sociedad vasca. En tiempos la abstención castigaba duramente a los constitucionalistas, sobre todo en autonómicas, mientras que tu intuyes (yo creo que acertadamente) que ahora el voto que se moviliza en último lugar es de Ibarretxe.
ResponderEliminarExcelente artículo. Zorionak por el blog.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo con el análisis, las encuestas están diciendo lo que va a pasar, sólo hay que quitarse las gafas, cada cual las suyas. La proyección de voto en escaños es una cosa, mas propia de laboratorios y cocinas de campaña, y ahí habría mucho que cortar, la "otra" encuesta dónde tienes un índice de respuesta del 90% o más, lo dice claro, Ibarretxe gana con margen sobre el PSE si logra que la mayor parte de la gente que le da puntuaciones notables (lo del Correo comparándolo con Obama es de lo mas friki de la campaña, junto a Quique Guasch con el PP y Mr Spock) se levante del sofa y vaya a votar, si se supera el 70% el pnv podría llegar incluso a 30 escaños, de todas formas no me extrañaría que PP, PSE y UPD alcanzaran los 38, dicho sea de paso, yo creo que Zapatero está rezando por un 37 vs 37 y 1 UPD,...,
ResponderEliminarFelicidades por el artículo!! Da gusto leer mensajes escritos con tanta claridad.
ResponderEliminar¿Ayudará este texto a que los políticos se den cuenta de que su masa de votantes es "masa" pero no está aborregada?
En nuestras manos está que lo hagan el día 1.