Geometría variable

Por LUIS FERNÁNDEZ

Analista político

Hace unos días, la vicepresidenta del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, al ser preguntada por la posible investidura de Patxi López como Lehendakari con los votos del PP y la repercusión de este apoyo en la política de alianzas del PSOE en el Congreso de los Diputados, dijo que los socialistas iban a mantener una estrategia de “geometría variable”.

A nadie se le escapa que el desalojo de los jeltzales de la Lehendakaritza tendrá su traslado a la política nacional. Lo que puede llevar a que el PSOE se quede sin un apoyo básico, como ha venido siendo el PNV, para sacar adelante leyes y proyectos en el Congreso de los Diputados. No quiere decir que dejen de apoyarle tajantemente sino que van a vender muy caro su apoyo a Zapatero en las Cortes de Madrid.

A esta circunstancia se le añade que los nacionalistas catalanes, CiU y ERC, están a poco más de un año de la cita electoral para elegir al President de la Generalitat y, a lo largo de este tiempo, tendrán que alejarse de las posiciones de apoyo a ZP que han venido manteniendo. Asimismo, el PSOE también puede perder el apoyo del BNG, ya que la llegada del PP al gobierno de la Xunta de Galicia deja en el aire la posibilidad de llegar a acuerdos en Madrid.

Los acuerdos que el PSOE había venido manteniendo con los nacionalistas desde el 2004, se empiezan a diluir y en Moncloa empiezan a percibir un panorama cada vez más sombrío, ya que al presidente Zapatero no le valdrá únicamente su sonrisa para recabar apoyos. Va a tener que hilar muy fino para llegar a pactos puntuales con las distintas fuerzas parlamentarias. La cosa se va a poner muy interesante.

Pienso que el poder llegar a pactos con todas las fuerzas políticas, cediendo unos aquí y otros allá es lo que ayuda a que las leyes se saquen con el mayor de los apoyos posibles. Y también determina la valía y la cintura política de los presidentes del Gobierno ya sean nacionales o autonómicos pues esta afirmación vale tanto para Zapatero como para Ibarretxe o López.

Siempre lo dije. Las mayorías absolutas no son buenas. Acaban endiosando a algunos y ya nunca se quieren bajar del pedestal. Van por la vida dando lecciones a todo el mundo tanto si le quieren escuchar como si no. Sentando cátedra. Que se lo pregunten a Aznar.