Por JURDAN ARRETXE
Periodista a partir de junio
Barack Obama abrió una etapa en la política y en la comunicación que no va a tener vuelta atrás. La revolución de formas que propuso desde el mes de febrero de 2007 (en una semana se cumplirán dos años desde que anunció que se presentaría a las primarias demócratas) ha afectado en la planificación de las campañas de candidatos como Walter Veltroni (que por copiar copió hasta el Yes, we can con Si può fare -versión oficial y extraoficial-) y José Luis Rodríguez Zapatero en su reelección, apostando por dar un papel protagonista a músicos de renombre como Joaquín Sabina, Ana Belén y Joan Manuel Serrat (la Plataforma de Apoyo a Zapatero).
La presentación de Antonio Basagoiti en Donostia ya tuvo banda sonora gracias a Pignoise. Los populares lo denominaron Política Pop. Los que fueron a lo que antes de Obama no era más que un mitin puro y duro también escucharon canciones de Coldplay y los Rolling Stones. Algo había cambiado.
Aún así, a quien le toca ejercer de Obama en las elecciones del uno de marzo es a Patxi López: el bastión del cambio. El recorrido que tuvo realizar el uno y el hecho por el otro hasta llegar a la línea de salida de la carrera electoral ha sido totalmente opuesto. La fuerza con la que salió el hawaiano de las primarias no la tiene el portugalujo. De hecho, el impulso con el que llega López es el de la derrota en 2005.
Hablar de cambio con años de PNV en Vitoria no es ninguna novedad. Todos los candidatos a desbancar a gobernantes (y más si estos mandan desde tiempos de Matusalén) apelan al cambio como eje de su discurso. Pero tiene que haber algo más. Obama apeló al feeling de "un solo y único Estados Unidos", algo a lo que resulta complicado hacer referencia en Euskadi, con tanta sensibilidad entre dos ejes políticos como el de izquierda-derecha y el de nacionalismo-no nacionalismo.
"Decían que el día de hoy nunca llegaría –dijo Obama cuando lanzó su candidatura-, que este país estaba demasiado dividido, demasiado desilusionado para unirse en torno a un propósito común, pero esta noche (...) estamos escogiendo la unidad sobre la división y enviando un poderoso mensaje de que el cambio está llegando a Estados Unidos". Patxi López no suena a eso, aunque lo pretenda.
Poder utilizar las mismas herramientas de comunicación que Obama no significa que tenga que darles el mismo uso. De la misma manera que los estrategas de la campaña de López se dan cuenta de que no pueden conseguir que la red sea hucha gigante que fue con el demócrata, no parecen darse cuenta de que deben copiar todo lo que allí funcionó. Veltroni lo intentó y hoy Berlusconi gobierna Italia.
Euskadi no es Estados Unidos. Ni en tamaño demográfico, ni en la situación económico-social (por lo que no valdrán las mismas recetas que proclaman allá con un discurso muy específico), ni en la tradición política bipolar demócratas-republicanos. Reducir esta pugna por Ajuria Enea en nacionalismo vasco versus nacionalismo español es tener ganas de meter la pata. Y más de uno ya lo está haciendo. Después de cuatro años, a los candidatos les ha llegado la hora de la verdad. Que tengan suerte.
PD: un poco de música y humor. He aquí la última de Pignoise en el acto del Victoria Eugenia. Una cosa...
La presentación de Antonio Basagoiti en Donostia ya tuvo banda sonora gracias a Pignoise. Los populares lo denominaron Política Pop. Los que fueron a lo que antes de Obama no era más que un mitin puro y duro también escucharon canciones de Coldplay y los Rolling Stones. Algo había cambiado.
Aún así, a quien le toca ejercer de Obama en las elecciones del uno de marzo es a Patxi López: el bastión del cambio. El recorrido que tuvo realizar el uno y el hecho por el otro hasta llegar a la línea de salida de la carrera electoral ha sido totalmente opuesto. La fuerza con la que salió el hawaiano de las primarias no la tiene el portugalujo. De hecho, el impulso con el que llega López es el de la derrota en 2005.Hablar de cambio con años de PNV en Vitoria no es ninguna novedad. Todos los candidatos a desbancar a gobernantes (y más si estos mandan desde tiempos de Matusalén) apelan al cambio como eje de su discurso. Pero tiene que haber algo más. Obama apeló al feeling de "un solo y único Estados Unidos", algo a lo que resulta complicado hacer referencia en Euskadi, con tanta sensibilidad entre dos ejes políticos como el de izquierda-derecha y el de nacionalismo-no nacionalismo.
"Decían que el día de hoy nunca llegaría –dijo Obama cuando lanzó su candidatura-, que este país estaba demasiado dividido, demasiado desilusionado para unirse en torno a un propósito común, pero esta noche (...) estamos escogiendo la unidad sobre la división y enviando un poderoso mensaje de que el cambio está llegando a Estados Unidos". Patxi López no suena a eso, aunque lo pretenda.
Poder utilizar las mismas herramientas de comunicación que Obama no significa que tenga que darles el mismo uso. De la misma manera que los estrategas de la campaña de López se dan cuenta de que no pueden conseguir que la red sea hucha gigante que fue con el demócrata, no parecen darse cuenta de que deben copiar todo lo que allí funcionó. Veltroni lo intentó y hoy Berlusconi gobierna Italia.
Euskadi no es Estados Unidos. Ni en tamaño demográfico, ni en la situación económico-social (por lo que no valdrán las mismas recetas que proclaman allá con un discurso muy específico), ni en la tradición política bipolar demócratas-republicanos. Reducir esta pugna por Ajuria Enea en nacionalismo vasco versus nacionalismo español es tener ganas de meter la pata. Y más de uno ya lo está haciendo. Después de cuatro años, a los candidatos les ha llegado la hora de la verdad. Que tengan suerte.
PD: un poco de música y humor. He aquí la última de Pignoise en el acto del Victoria Eugenia. Una cosa...
Para mí el Obama vasco sería Madina. Quizá en las próximas. López es un líder gris por mucho que se empeñe, aunque puede ganar.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, Eric: Madina es el futuro del PSE y de la política vasca. Pero, claro... como gane López, a ver quién es el guapo que le quita y cuándo.
ResponderEliminarPara mi el futuro lehendakari es Erkoreka. Patxi López no puede dirigir Euskadi: carece de formación universitaria, lo que onlleva un proceso de maduración, aprendizaje y sacrificio. Hoy vivimos en el siglo xxi.
ResponderEliminarErkoreka está más pasado que la abuela de Argantonio.
ResponderEliminarEnhorabuena Jurdan.
ResponderEliminarUn artículo muy interesante. Seguiremos atentos a tus comentarios sobre las próximas elecciones, esto promete.
De nuevo, FELICIDADES por tu debut.
(Laurita B.S)
Muchas gracias por esta acogida, sobre todo Laura. En el tema de Madina, Eric y javier, quizá tengáis razón, pero hay que entender que estos símiles se están haciendo apenas quince días después de la investidura de Obama en Washington y que muchos lanzan esos puentes de similitud con Patxi López, no con Madina. De ahí el artículo.
ResponderEliminar@ gora PNV: en Brasil tienen un presidente con menos conocimientos académicos de los que tendría Patxi López y no pasa nada: "Y yo, que durante tantas veces fui acusado de no tener un título universitario, consigo mi primer diploma, el título de presidente de la República de mí país", dijo en su sesión de investidura. Gustos políticos aparte, los capacitados tienen que ser aquellos a los que tuviera a su mando, tanto Patxi López como si los tiene Josu Erkoreka.