Movilizar a la militancia: el caso de PNV

Por ANTONIO LOBERA

Publicista

En la Comunicación Política se distinguen dos perfiles claros de mensajes: los dirigidos a las bases del partido y los dirigidos al conjunto de la sociedad. Digamos, por resumir, que el mensaje interno suele ser menos retórico, más claro y más pasional que el abierto al público en general. Se trata no de lograr un voto, sino de conseguir una implicación mayor, una identificación con el mensaje que tiene más de sentimiento que de razón.

La movilización de las bases de un partido resulta fundamental especialmente en tiempos de campaña, donde todo el trabajo se reparte entre los afiliados: pegada de carteles y otras actividades similares; proselitismo en la familia, en la calle o en la oficina; asistencia masiva a los actos y mítines de la formación; o la actuación personal como apoderados o interventores en la jornada electoral, trabajo a veces arduo y desagradable en el caso de ciertos partidos y ciertos lugares.

Por eso, también resulta interesante analizar los mensajes internos de las formaciones políticas. Es el caso de las cartas que se envían a los militantes para animarles a la participación activa en el proceso electoral. Como muestra de lo que comentamos, exponemos a continuación el primer párrafo de una carta enviada por EAJ-PNV a sus afiliados:

"Alderdikide agur:

Eres consciente de que nos encontramos en un momento crucial para el futuro de Euskadi. Con la bandera del cambio y la calculada utilización de la Ley de Partidos, las fuerzas políticas de obediencia centralista pretenden acceder al único gobierno que no dominan en todo el Estado. Lo quieren conseguir sea como sea y en esta campaña contarán con toda la ayuda y los medios para ello. Estamos ante una reedición de 2001. Una nueva estrategia con el mismo objetivo: sustituir al Lehendakari por un delegado del Gobierno central".

El texto, en definitiva, no sorprende a nadie: es, al fin y al cabo, poner en negro sobre blanco y sin retórica el subtexto del eslógan "el ejército del cambio" que ya empleó el fin de semana Juan José Ibarretxe. Pero este primer párrafo va directo al sentimiento del militante, que luego ve reforzados los argumentos racionales que necesita: "con el Think Gaur hemos elaborado un nuevo catálogo de propuestas políticas, económicas y sociales para el futuro de Euskadi". En cualquier caso, a lo que apelan estas comunicaciones es a la empatía y a la unidad, como cuando se afirma: "no resulta fácil comunicar y trasladar estas propuestas a los ciudadanos, y menos para un Partido nacionalista, que navega contra la corriente de los intereses uniformes de los grandes Estados".

Este es un claro ejemplo (y muy bueno, por cierto, en nuestra opinión) de cómo movilizar a las bases de un partido para una campaña electoral que se prevé difícil y dura. Cerrar filas entorno a un líder, a un partido y al sentimiento de estar preparados y necesitar a todos para contarlo.