El traje del político solo se luce y consigue buenos resultados si quien lo viste es capaz de transmitir valores, fortalece el valor central de los principios, evita un excesivo racionalismo y crea estructuras mentales arraigadas.
Para todo esto resulta necesario capacidad de comunicación, autenticidad y transmitir confianza. De nada servirá disponer de una maquinaria electoral muy sofisticada si el candidato no conecta con los electores o genera desconfianza. La política no se fundamenta en la apariencia. De ahí la fuerza que adquiere la identidad social y cultural de los votantes. Es decir: para que una campaña sea efectiva, el líder político debe abordar las preocupaciones de los ciudadanos de forma simbólica y así transmitir sus valores morales y honradez. La campaña de Obama es un claro ejemplo.
Para ser auténticos hay que defender aquello en lo que se cree profundamente. En el caso de Euskadi, los principios morales juegan un papel crucial.
Asimismo, los candidatos que aspiren a gobernar deben huir del excesivo voto racional, de normal crítico y muy abstencionista, pues la razón refleja lo consciente o literalmente el mundo objetivo, pero libre de las emociones. Y no debemos olvidar que vivimos en una sociedad en la que la política de las emociones y las democracias de audiencias (de los medios de comunicación) juega en la CAV un papel fundamental. Los hechos o los logros económicos no convencen por sí solos si, por ejemplo, la violencia de ETA sirve de carnaza mediática a quienes, desde intereses espurios, juegan con el dolor de quienes sufren cualquier tipo de violencia.
En relación con las estructuras mentales conviene tener en cuenta que los electores guardan en su cabeza unos marcos mentales muy afincados que, en esta comunidad de ciudadanos, configuran su visión del mundo y de lo que acontece a su alrededor cercano de un modo más intenso, por cuanto existen circunstancias políticas que no se dan en otras partes del Estado. En definitiva, las verdades de los mensajes tienen que enmarcarse para que se vean como verdades.
Si algún candidato pretende maquillar la campaña con banderas de colores que hasta ahora ignoraban, o lanza discursos decimonónicos alejados de la realidad plural de Euskadi, es posible que los apoyos se esfumen y no consiga los objetivos deseados.
Decía Ortega: “La historia es como las olas del mar: todas acaban muriendo en la orilla de la playa”. Y la historia de estas elecciones acabará el uno de marzo para algunos.
© Juan José Domínguez colaborará con este blog durante toda la campaña
Muy buen análisis sobre comunicación política.
ResponderEliminarEnhorabuena a los que hacéis este blog sobre las elecciones. Vaya profesionalidad!
A este Dominguez le he leído en el Noticias de Gipuzkoa y es muy bueno.
Zorionak
Muy interesante, es imprescindible transmitir bien los valores, para lo que el primer paso considero que es tenerlos bien asumidos para en uno posterior poder comunicarlos en un marco que genere confianza y credibilidad.
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ResponderEliminarEs interesante en el contenido pero deficiente en la forma. Empezar con expresiones torpes del tipo:
ResponderEliminar"Uno de los errores más comunes de los partidos políticos vascos se basa en que los estrategas de diseñar las campañas", desanima bastante a su lectura.
Mucho más correcto sería:
"Uno de los errores más comunes de los partidos políticos vascos radica en que los estrategas que diseñan las campañas..."
Por no hablar de repeticiones de términos en la misma frase...
Y más si hablas de comunicación efectiva, colega.
Sin acritud y con ánimo de crítica constructiva.
Un abrazo.
A mi me parece muy acertado el artículo.
ResponderEliminarEn cuanto a Kanif, y aceptando su valoración, pues bueno.
Kanif, en la frase que tu modificas repites el "que". Y como tu sabes, en los textos que no son literarios a veces resulta necesario repetir los conceptos...
Sin acritud y con crítica constructiva.
Es normal e inevitable repetir conjunciones o adverbios; lo que hay que evitar es la repetición de sustantivos, de la que el texto está plagado ... porque es un texto, no es expresión oral, queda escrito y la correcta redacción es importante.
ResponderEliminarTe falta la tilde en el tú, si vamos de sacafaltas.
Sin acritud y con ánimo de crítica constructiva.
Un abrazo.
Haya paz...
ResponderEliminarUn artículo muy interesante, aunque no te parece que la crisis económica influirá aumentando la racionalidad de los electores en su decisión de voto?
ResponderEliminarKaixo.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que la campaña de Obama es un ejemplo. No sólo para Euskadi, sino que ya sabemos que todo lo que sale de USA se exporta al mundo entero.
Pero creo que en la campaña de las últimas elecciones norteamericanas, la imagen del candidato se ha promocionada más que la imagen del cambio, porque el candidato demócrata, tenía una solidez considerable.
Estimo que en Euskadi, sólo hay un candidato con la solidez que le otorgan su formación, su currículun de gestor, su experiencia política y sus arrestos para aprender euskara en su madurez. Creo que es algo incuestionable.
Entiendo que esa es la base principal para que un mensaje sea verdadero y certero. El mejor marco, el candidato que soporta el mensaje.