Lo plantearon como fin de campaña, aunque quedara un día; o como arranque de la fiesta que pretenden celebrar a partir del domingo. Sea como fuere, el mítin central del PSE en el pabellón de La Casilla, en Bilbao, cumplió con lo previsto: luz, sonido (defectuoso al principio, pero que mejoró a mitad de la primera intervención), algo de rock (Springsteen again), banderas al viento (del PSE e ikurriñas) para las fotos de la prensa y frases que buscaban la ilusión y el sentimiento.
Todo estaba medido y buscaba la combinación de lo profundamente vasco con la modernidad: desde un original aurresku cantado a dos voces, sin instrumentos, y bailado por dantzaris con ropajes minimalistas, hasta los propios mensajes de los oradores (José Antonio Pastor, secretario general de los socialistas vizcaínos; José Luis Rodríguez Zapatero; y Patxi López, que cerró la terna). La Casilla, abarrotada de incondicionales (es lo que tienen los mítines, que a ellos no van los indecisos) se volcó en palmas, piropos y ovaciones.
El ya tradicional en estas citas zeppelin teledirigido ("ahí está el mando a distancia", decía algún asistente, con sorna) se decoró con un cerdo volador. Un detalle curioso que, probablemente, consiga muchas instantáneas en la prensa y en los medios televisivos. Al final, resulta que lo más novedoso de esta campaña es que la frase del adversario ha sido reconvertida en eslógan: sucedió con el parecido físico entre Ibarretxe y Mr. Spock, y ha sucedido también con el "cerdo volador" que nunca mencionó Erkoreka.
Respecto a los mensajes de los oradores, destacaremos algunos titulares. Pastor dedicó buena parte de su intervención a tratar de rascar votos entre los habituales de EB, desacreditando a Javier Madrazo, al que calificó de "Pulgarcito de la derecha, con unas botas que, en vez de ser de siete leguas, le hacían perder 20 ó 30 afiliados a cada paso que daba". La "galaxia vasca" que mencionó Ibarretxe en la Mr. Spock Party fue reconvertida por el líder de los socialistas vizcaínos en "una galaxia con dos millones de estrellas", y reclamó la participación diciendo, como las cuñas de radio, que "los votos no van solos a la urna" y que "esta vez, sí se puede". Lograr el cambio, se entiende. No aclaró cuándo no se podía.
Rodríguez Zapatero fue el segundo espada. A diferencia de muchos otros mítines, optó por usar traje y corbata, vestuario muy institucional que fue acorde a la primera mitad de su discurso. En ella, muy serio y solemne, destacó que llegaba "a celebrar la victoria" de Patxi López, victoria que sería "de la margen izquierda, donde el PSOE ha escrito grandes páginas de su historia". Mencionó a Enrique Casas y a Isaías Carrasco y los puso como ejemplo del "orgullo" que decía sentir por los socialistas vascos. Fue un discurso encendido pero duro, sin sonrisas.
En la segunda mitad, se relajó más y se permitió algunas bromas, como calificarse de "especialista en Ibarretxe", tras haberle "escuchado durante muchas horas". Apuntó que López será "un lehendakari de izquierdas, progresista, que trabajará por la independencia... sí, la de los jóvenes", y resaltó mucho el concepto "trabajadores" (en Euskadi y en Andalucía es quizá donde más señas de partido de clase le quedan al PSOE). Recordó que el PSE es el partido decano de Euskadi (para oponerlo a la idea de que es un partido "de Madrid") y señaló que el domingo no se votará entre nacionalismo o "constitucionalismo", sino "entre futuro y pasado".
Patxi López optó también por el traje y la corbata: institucional, presidenciable. Empezó su alocución leyendo un saludo en euskera, y señaló estar también orgulloso de sus compañeros por no haber caído en el insulto ni la descalificación. Se proclamó "heredero del legado del lehendakari Ramón Rubial, y del lehendakari Aguirre" (todo un ejemplo del nacionalismo), para entroncar su mandato, dijo, con los que más hicieron para unir y sumar por Euskadi. También bromeó con "la galaxia" de Ibarretxe: el candidato socialista dijo querer "dejar atrás la guerra de las galaxias, las naves de combate y los planes de Vulcano, para volver a la comunidad del Anillo". Referencia freak contra referencia freak. Humor metapolítico.
La segunda mitad de su discurso fue en un tono más intimista, más personal, sin tonillo de arenga. Reclamó para su "ADN" las minas, las grandes fábricas, "el socialismo de Eibar, el vasquismo de los socialistas guipuzcoanos, la solidaridad de los compañeros alaveses" (mensaje globalizante y de unión entre territorios). Tratando de desactivar la idea expuesta por el PNV de que no tiene experiencia, aseguró que su currículum es "ser socialista vasco; no más, pero tampoco menos". Usando la primera persona, contó los logros históricos del PSOE en Euskadi, identificando al partido y toda su trayectoria con él mismo. Un recurso curioso, efectista pero quizá efectivo. Y terminó haciendo, de nuevo, referencia a la capacidad de soñar.
En resumen: mítin de fin de campaña de manual. Sentimiento, pasión, refuerzo de las ideas principales y de las señas de identidad. Escasas propuestas concretas, sustituídas por un listín de intenciones sin números ni recetas. Pero efectividad en la imagen y en los mensajes dirigidos a la parte pasional, no a la razón. Quizá la situación es excepcional y requería salirse del guión típico: la crisis económica, que ni siquiera se mencionó en los discursos, es motivo suficiente para no hacer lo de siempre. Pero, como ya hemos señalado, a estos mítines van los fieles, no los indecisos. Y lo que cuenta es reforzar el ánimo y la moral para los 2 días que quedan antes de la cita con las urnas.
Un tal 508 escribía por ahí abajo un párrafo "destroyer" con motivo de la visita de Felipe González a Eibar:
ResponderEliminarEl jefe del gobierno del GAL, de Roldán, de Amedo, de Vera y de Barrionuevo, del secuestro y asesinato de Lasa y Zabala, de la reconversión industrial salvaje, de Boyer, del caso Rumasa, de Malesa, Filesa y Time Sport, el caso KIO, Juan Guerra, Mariano Rubio, el caso del BOE, el caso Mario Conde, de la guerra del Golfo Pérsico, dos devaluaciones de la moneda, los tres millones y medio de parados, dos huelgas generales. El mismo que defendió, con ardor, antes de llegar a la Moncloa, el “no” a la OTAN y el Derecho de Autodeterminación.
Y ahora leemos en lo tuyo:
En ella, muy serio y solemne, (Zapatero) destacó que llegaba "a celebrar la victoria" de Patxi López, victoria que sería "de la margen izquierda, donde el PSOE ha escrito grandes páginas de su historia".
[...]
su currículum es "ser socialista vasco; no más, pero tampoco menos". Usando la primera persona, contó los logros históricos del PSOE en Euskadi
Y ahora, parafraseando a Forges, Ejercicio de agudeza visual: adivine en menos de 30 segundos si todo se trata del mismo partido político o son diferentes.
Con todo el respeto.
ResponderEliminarCalificar el comentario de destroyer creo que no es correcto.
Lo correcto sería decir que el comentario no conlleva opinión, sino hechos verídicos que se relatan sobre el gobierno de Felipe González, antiguo secretario general del PSOE; rigurosa e históricamente ciertos.
Lo que me resulta realmente destroyer es que un presidente del gobierno y secretario general del PSOE fuera el protagonista de todo aquello, que si ocurrió.
"Destroyer" estaba escrito con buen rollo, colega, es decir, me pareció un resumen primoroso de tantos años de gobierno de descamisados que pasaron muy fácil al Lacoste. Era un piropo. Y me encantó!
ResponderEliminarAceptada su explicación, sr. MIKEL.
ResponderEliminarEskerrik asko.
Y sigamos opinando todos/as con educación y libertad.